Las ciencias del comportamiento en la lucha contra el coronavirus en el sur global / Behavioral sciences in the fight against coronavirus in the global south
Boletín Ciudades y Regiones, Nueva Época, Entrada 3
José
Manuel Ortega Urbina
Estamos en
medio de una pandemia mundial, casi un
año después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara que el
nuevo coronavirus era una "emergencia sanitaria de dimensión planetaria”, según
el portal
Covid-19 de la OMS, al momento de escribir este texto,
hay más de 97.4 millones de casos confirmados incluidos los 2.1 millones de
decesos a nivel global. Esto representa aproximadamente 0.001% y 0.00002% de la
población mundial respectivamente.
Según la
misma fuente, en México este virus ha infectado a más de 1.7 millones y es
causa de la muerte de más de 147 mil personas. Esto representa aproximadamente 1.3%
y 0.1% de la población nacional respectivamente.
A la luz
de estos datos, las principales estrategias que prescribe la autoridad
sanitaria para mitigar la propagación del virus son de comportamiento: la sana
distancia, uso de cubrebocas y lavado continuo de manos. En este sentido, cabe
esperar que las Ciencias del Comportamiento (CC) se hayan convertido en un
punto de referencia.
Las CC están
referidas a las ciencias sociales y biológicas relacionadas con el estudio del
comportamiento humano que exploran las formas complejas en las que las personas
toman decisiones e interactúan entre sí. Su investigación interdisciplinaria se
basa en la teoría y los métodos de la psicología cognitiva y social, la
economía y otros campos relacionados, para estudiar la conducta humana en una
amplia gama de contextos. Este campo ha cambiado la forma en que tradicionalmente
evaluamos el juicio económico y la toma de decisiones racionales.
Los
científicos del comportamiento han estado asesorando a los gobiernos
y a sus instituciones de salud
en varios países alrededor del mundo,
sobre las mejores formas de ayudar a las personas a adherirse colectivamente a
nuevos patrones de comportamiento que mitigue la propagación del virus.
Aunque la
pandemia se propaga por todo el mundo, 3 de los 10 países con más casos
positivos en el mundo son del Sur Global. Pero si aumentamos la lista a los 20
países más afectados (tanto en mayor número de casos positivos como de mayor
número de muertes), 10 de ellos pertenecen al sur global, según el Centro de Información
sobre el Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins.
Estas
naciones también denominadas países en vías de desarrollo, tienen contextos
sociales, culturales y económicos muy diferentes a los países desarrollados. Mitigar
los efectos de esta pandemia en países del sur global, como los de
Latinoamérica, no es simplemente una cuestión de importar las estrategias del Norte.
¿Cuáles
son los elementos de nuestro contexto a los que debemos prestar atención?, ¿Con
qué problemas se enfrentan los científicos del comportamiento en ciudades como
São Paulo o Bogotá?, ¿Qué podemos aprender de las intervenciones desplegadas en
Norteamérica, Europa o en Australia?, y ¿Cómo pueden estas lecciones inspirar a
los países de nuestra región, pero también otras regiones del sur global?
Saldanha y
Ghai (2020) muestran algunas intervenciones de científicos del comportamiento en
países de África, Asia, Oriente Medio y Suramérica para conocer las particularidades
en su lucha contra la propagación del coronavirus.
Un
objetivo ambicioso es aprender del trabajo que han realizado científicos del comportamiento
en las ciudades brasileñas de Rio de Janeiro y São Paulo, Bogotá Colombia, y
Santiago en Chile, para comprender los desafíos domésticos que enfrentan y
obtener pistas sobre en qué deberían centrarse las ciencias del comportamiento
para coadyuvar a frenar las olas de contagios en las ciudades de nuestro país.
São Paulo
es la ciudad más poblada de Brasil con más de 12 millones de habitantes, y
junto con Rio de Janeiro que tiene más de 6 millones, son las ciudades que han
tenido mayores problemas para acatar las conductas preventivas recomendadas.
En Río, la
curva de contagio coincidió con la silueta del famoso peñasco “Pan de Azúcar”.
Superponiendo la gráfica que muestra la curva de contagio junto con el paisaje
local, se generó una imagen gráfica que se distribuyó por toda la cuidad vía
WhatsApp, junto con un texto recordándoles que se distanciaran para “aplanar la
curva” de una manera comprensible localmente (Saldanha & Ghai, 2020).
En São
Paulo se implementó un ensayo controlado aleatorio (randomized controlled trial, RCT)
para ver si los mensajes de texto son una buena herramienta de comunicación efectiva
con los ciudadanos.
Básicamente,
esta forma experimental de evaluación del impacto en que la población recibe la
intervención pública mostró que los mensajes de texto que apelaban al deber
cívico parecen haber tenido un impacto positivo mayor en el nivel de conciencia
y el uso de cubrebocas entre los ciudadanos, mientras que los mensajes que
apelaban a las normas sociales, percepción del riesgo y solidaridad hacia las
médicas y enfermeros no lo tuvieron tanto.
Bogotá y sus
municipios vecinos, que conforman la Región Metropolitana de Bogotá, es otra de
las megaciudades de nuestra región con más de 10 millones de habitantes. Allí la
gente respondió positivamente al cumplimiento de dos objetivos colectivos: 1)
mantener la tasa de ocupación hospitalaria por debajo del 70%, y 2) limitar el
número de pasajeros en el transporte público hasta 35% para asegurar el
distanciamiento social (Saldanha & Ghai, 2020).
El mensaje
hacia los ciudadanos por parte del gobierno local se basó en una narrativa de
cuidado colectivo que se centró en la importancia de protegerse unos a otros,
bajo la campaña: #JuntosNosCuidamos.
Para tal
efecto, también se implementó un RCT que apoyó el cumplimiento de las órdenes
de quedarse en casa, reduciendo los sesgos cognitivos de las personas que
obstaculizan el cambio conductual esperado. Enfatizando los costos familiares que
tendrían las decisiones de las personas, la estrategia de comunicación local
logró aumentar su aversión al riesgo de contagio (Saldanha & Ghai, 2020).
En Rio,
São Paulo, y Bogotá se involucró a los servicios públicos municipales para
enfrentar un desafío urgente: alentar a las personas al distanciamiento social
y al uso de cubrebocas.
Una encuesta realizada en Santiago de Chile, otra de las
grandes ciudades de Suramérica, informó sobre un sesgo de género en las tareas
del hogar durante esta pandemia. En las familias que no pueden quedarse en casa
y que necesitan salir a trabajar se observa un retorno a los roles
tradicionales, donde los hombres son los que salen y las mujeres se quedan al
cuidado de los hijos y demás labores domésticas. Esto podría generar
consecuencias para las oportunidades de las mujeres para que, no solo puedan
desempeñar el rol de cuidadoras, sino también de proveedoras (Saldanha &
Ghai, 2020).
Además, una
nota
de CNN Chile muestra que allí el desempleo ha afectado más a las mujeres que a
los hombres. La participación laboral de las mujeres antes de la pandemia era
del 52%. En pocos meses se ha destruido proporcionalmente mucho más el empleo
de las mujeres porque los sectores que más emplean a las mujeres (el comercio,
la enseñanza, el sector hotelero o cuidado de personas) son los que se han
visto más golpeados por esta crisis sanitaria. En este sentido, vale
cuestionarse ¿qué tan fácil será revertir estos roles cuando termine la
pandemia?
A medida
que se relajan las restricciones y avanzamos a una apertura gradual o hacia la
“nueva normalidad” serán muy importantes las comunicaciones informadas sobre el
comportamiento colectivo para fomentar una conducta preventiva.
Finalmente,
un elemento clave para enfrentar esta pandemia es la confianza en las personas,
pero sobre todo en las instituciones. En muchos países de América Latina,
incluido el nuestro, puede ser racional no confiar en que el Estado se hará
cargo de promover el cumplimiento de las medidas para resguardar la salud de
los ciudadanos, por las limitaciones económicas y políticas que
caracterizan a nuestra región, como el empleo informal, las condiciones de
pobreza, o la corrupción. La falta de confianza de los ciudadanos en el
gobierno dificulta aún más la lucha contra el coronavirus (Soto-Mota,
Macchia, & Gómez, 2020).
La situación actual exige el aprovechamiento de las herramientas que proveen las ciencias del comportamiento para mejorar la confianza en las instituciones gubernamentales, actuar frente a los sesgos de género, obtener mejores datos, y comprender el papel que juegan factores culturales para implementar intervenciones conductuales sin ignorar el contexto en el que se aplican.
Referencias
CNN Chile.
(24/01/2021). Estudio revela que el 88% de las mujeres cesantes no está
buscando empleo. Recuperado de: https://www.cnnchile.com/lodijeronencnn/estudio-mujeres-fuerza-laboral-desempleo_20200905/
GUARDIAN. (24/01/2021). Covid world map: which countries have the most
coronavirus vaccinations, cases and deaths? Recuperado
de: https://www.theguardian.com/world/2021/jan/22/covid-world-map-which-countries-have-the-most-coronavirus-vaccinations-cases-and-deaths
JOHNS HOPKINS UNIVERSITY. (24/01/2021). Coronavirus Resource Center. Recuperado
de: https://coronavirus.jhu.edu/map.html
Saldanha,
N. y Ghai, S. (2020). Dispatches from the
Behavioral Scientists Fighting Coronavirus in the Global South. Behavioral
Scientist. Recuperado de: https://behavioralscientist.org/dispatches-from-the-behavioral-scientists-fighting-coronavirus-in-the-global-south/
Soto-Mota,
P. I., Macchia, L., y Gómez, M. (2020). Building Trust to Face the COVID-19 Pandemic in Developing Countries.
Behavioral Scientist. Recuperado de: https://behavioralscientist.org/building-trust-to-face-the-covid-19-pandemic-in-developing-countries/
UNICEF. (2021). Randomized Controlled Trials (RCTs). Recuperado
de: https://www.unicef-irc.org/KM/IE/impact_7.php
WHO. (24/01/2021). Coronavirus Disease
(COVID-19) Dashboard. Recuperado de: https://covid19.who.int/